Queremos llamar la atención sobre una particularidad de este manuscrito freudiano: la de ser una transcripción “casi” directa de sus formulaciones en un estado naciente, cuando todavía no está presente el tiempo de hacerse comprender en el contexto de su obra. Así, el borrador lleva la marca de pensamientos urgidos por lo real del psicoanálisis, que se presentan de un modo conciso, tajante, escarpado, apodíctico.
Durante el desarrollo del Primer Congreso Internacional Americano de Medicina e Higiene, llevado a cabo en 1910 con motivo de la celebración del primer centenario de la revolución de mayo, el psicoanálisis ingresa a nuestro país de la mano de uno de los integrantes de la delegación chilena, el médico Germán Greve.
Su exposición “Sobre psicología y psicoterapia de ciertos estados angustiosos” fue publicada en Actas y archivos del Primer Congreso Internacional Americano de Medicina e Higiene, compilación del Dr. Luis Agote en Archivos de la Biblioteca para graduados y profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Greve, como comenta Freud, detalla con amplitud el trayecto característico de la neurosis obsesiva e introduce la asombrosa sexualidad infantil “polimorfamente perversa”, dando cuenta de haber leído atentamente las Anotaciones ampliadas sobre las neuropsicosis de defensa y los Tres ensayos de teoría sexual (S. Freud, Comentario acerca de G. Greve, Zentralblatt für Psychoanalyse, tomo 1 (1911), p.594). Y aun a lo largo del trabajo revela con entusiasmo la articulación entre la práctica analítica y la construcción teórica a partir de sus reformulaciones:
“[...] el psicoanálisis – Greve − ha suministrado continuamente el material comprobante de la teoría y también el material sobre el cual se basan las modificaciones sucesivas que S. Freud ha ido haciendo en aquella. Del mismo modo, con las variaciones en la concepción de la teoría, ha ido variando, en partes más o menos importantes, el método curativo que de ella desprende, y su historia está de tal manera ligada con la de la evolución de la teoría, que se hace materialmente imposible mantenerlas separadas en su estudio”.
Publicado en Qué es el inconsciente, Bs. As., Mármol-Izquierdo, 2009, pp. 217-223.
Circula en las redes sociales una “carta” que, supuestamente, Sigmund Freud le remitiera a Jacques Lacan en ocasión de haber recibido su tesis de doctorado, fechada en 1933.
La única correspondencia que Freud le envía a Lacan es “una tarjeta postal”:
Wien. 8.I.1933
Dank für Zusendung Ihrer Dissertation.
Freud
Viena 8.I.1933
Gracias por enviar su tesis.
Freud
Esta tarjeta postal no se encuentra en Sigmund Freud Papers: General Correspondence, Manuscript Division, Library of Congress, Washington, D.C., 1996.
Está publicada en Correspondencia de Sigmund Freud, tomo V, Edición de N. Caparrós, Madrid, Biblioteca Nueva, 2002, p. 362.
El texto manuscrito (La carte postale de S. Freud à J. Lacan, 1933) apareció con su anverso y reverso en la portada del número 29 de la revista Ornicar?, revue du Champ freudien, été 1984, Paris, Navarin.
La tarjeta postal lleva en una de las caras la dirección doble del destinatario. En el envío Lacan no especificó su residencia con claridad -vivía en la rue de la Pompe, pero se domiciliaba en Boulogne- y Freud tuvo que registrar ambas direcciones.
En la otra cara el lugar y la fecha, Wien. 8.I.1933, y el breve mensaje: «Dank für Zusendung Ihrer Dissertation. Freud».
La carta ficticia
Roberto Harari (1943-2009), psicoanalista argentino, es invitado a colaborar un año después, en 1985, en la revista Ornicar?Se inspira en la portada del número 29 que muestra las fotos por ambas caras del único envío postal que Freud le remitiera a Lacan. Y decide redactar como texto una extensa e ingeniosa “carta ficticia” de Freud a Lacan.
Con la frase que aparece en la tarjeta postal, que ocupa solo una línea, Harari construye como divertimento “su carta”: « Merci de m’avoir adressé votre thèse de doctorat. Je l’ai lue très attentivement (…) Freud »
R. Harari, Une (la seule) lettre inédite de Freud à Lacan. Divertissement, Ornicar ? 33, revue du Champ freudien, été 1985, Paris, Navarin, pp. 150-59).